Este 30 de agosto se celebra un nuevo aniversario del Día Internacional de las Victimas de Desapariciones Forzadas.
En la República Dominicana esto significa un año más sin que los familiares de los detenidos desaparecidos de nuestro país hayan tenido algún tipo de respuesta de parte de las autoridades competentes.
El silencio. Eso es lo que más duele en ese crimen de Estado, ya que sin un cuerpo para llorar se hace imposible para las familias la elaboración del luto y la esperanza se vuelve una pesadilla sin fin.
Proprio por el hecho de ser un delito permanente (“mientras sus autores continúen ocultando la suerte y el paradero de la persona desaparecida”) e imprescriptible, las desapariciones forzadas son consideradas como un crimen de lesa humanidad.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos una vez más se solidariza con las familias de Juan Almonte Herrera (28/9/2009), Narciso Gonzalez Medina (26/5/1994), Gabriel Sandy Alistar (23/7/2009), Randy Vizcaíno Gonzalez (13/12/2013), Alfonso Santana (26/8/2012), con los familiares de todos los desaparecidos de la época de la tiranía de Trujillo y de los doce años de Balaguer y con sus exigencias y anhelos de verdad y justicia.
Una vez más, junto a estos padres, madres, hermanas y hermanos, pedimos a las autoridades competentes que den respuestas ciertas y que no les cierren las puertas a sus llamados.
Al nuevo Procurador General de la República, Licdo. Jean Alain Rodríguez, le exigimos la creación de una comisión especial de investigación de estos casos y una reunión urgente con los familiares y nuestros abogados, al tiempo que al Gobierno dominicano le exigimos la firma y ratificación de las Convenciones Internacionales contra las Desapariciones Forzadas, de las Naciones Unidas y del Sistema Interamericano.
La Comisión Nacional de los derechos Humanos además, se suma a la petición del Museo Memorial de la resistencia Dominicana de la creación con carácter de urgencia de una Comisión de la Verdad en nuestro país con el objetivo de esclarecer los casos de violaciones de los derechos humanos ocurridos bajo la tiranía de Trujillo y los doce años de Balaguer, de llevar al banquillo los responsabiles, y devolverle la dignidad a nuestros muertos y caídos por la libertad.
Expresamos también desde ahora nuestro deseo de ser parte de esta Comisión, que pudiera ser un poderoso instrumento de salvaguardia de la memoria histórica de nuestro pueblo.
Santo Domingo, D.N.
30 de agosto de 2016